La Huerta de Murcia

PRECIOS

PERSONAS PRECIO
1-4 15€
5-9 12€
10-15 10€

 

El precio es por persona

Para más personas u otras opciones, no dude en  consultar.

Incluye

  • Acogida, bienvenida y recepción en Hotel/alojamiento.
  • Alquiler de bicicleta plegable.
  • Kit reparación.
  • Casco
  • Candado
  • Alquiler de GPS Contact.
  • Asistencia en ruta
  • Seguro de accidentes,  y seguro de Responsabilidad Civil

EXTRAS

Bicicleta no plegable.

Bicicleta eléctrica.

Guía en ruta.

Datos técnicos

Dificultad  Fácil
Duración 3/4 horas
Distancia 25 km
Desnivel acumulado 50 m
Firme Asfalto y tierra
Punto de encuentro En  su alojamiento.

Opciones

All For Bike. All for Biker

We go wherever you need



Desarrollo de Nuestra Ruta

 

La ruta La Huerta de Murcia comienza con la recogida en vuestro lugar de alojamiento. Allí estaremos nosotros para guiaros, contaros la historia del nacimiento de La Huerta, su llegada y desarrollo en España y su gran importancia a nivel nacional e internacional. Nos encargaremos de llevaros todo el material necesario y pondremos rumbo al inicio de la ruta.

 En esta aventura a orillas Del Río Segura, podremos disfrutar de los paisajes más espléndidos de la región, paseando junto a los coloridos rincones de huerta y disfrutando de todos los olores mas frescos y característicos de nuestros productos principales de la gastronomía murciana y española. 

Se trata de un paseo relajado de nivel bajo – medio, que nos permitirá disfrutar de los caminos y los paisajes que nos rodean. Durante nuestro trayecto realizaremos una pequeña parada para saborear una de las tapas típicas de la región en los restaurante de huerta mas tradicionales de nuestra región (incluye opciones vegetarianas).

Historia de la Huerta de Murcia

 

La historia de la ocupación del suelo huertano y la expansión del riego, es la del esfuerzo por dominar las fuertes avenidas de los ríos Segura y Guadalentín. Dichas avenidas fueron rellenando el valle murciano y proporcionando tierras de excelente calidad para el cultivo, pero al mismo tiempo formaban zonas pantanosas donde no era posible el asentamiento humano. Por ello los restos de estos asentamientos se han localizado en las laderas de las montañas, a salvo de las inundaciones.

Por tanto, el fondo del valle no tiene una ocupación agrícola permanente hasta la época musulmana, ya que los árabes llevaron a cabo una política hidráulica, construyendo presas o azudes, canales y acequias, e intensificando los cultivos de regadío.

La reestructuración y distribución de los riegos que realizan los árabes da origen, al mismo tiempo a que de un régimen latifundista se pase gradualmente a la aparcería y a la subdivisión de la propiedad, causa lógica de la posterior diseminación de la población y multiplicación de la pequeña propiedad. 

Con la conquista cristiana a finales del siglo XIII la población musulmana emigra hacia Granada por lo que la región se vacía. Por ello Alfonso X El Sabio realiza importantes repartos de tierras a los cristianos mediante «donadíos» (regalos a la reina o a ciertos nobles) y «heredamientos» ( de menor tamaño, cuya consecución implicaba algunas obligaciones como ser vecino de Murcia, participar en su defensa, etc…) lo que daría lugar al predominio en la huerta de pequeñas explotaciones agrícolas.

Se suceden, desde el siglo XIV al siglo XVII, épocas de crisis y de prosperidad, alcanzando la huerta su mayor esplendor en el siglo XVIII, realizándose obras de desecación y saneamiento y alcanzando gran auge el cultivo de la morera (introducido en el siglo XV) así como el comercio de la seda. Se construye el Malecón del río, el canal del Reguerón y las presas de Puentes y Vadeinfiernos en el curso del Guadalentín.

Debido a una serie de crisis que ocurrieron entonces como son: la crisis de la seda con el hundimiento de los precios, plagas que afectaron al gusano y a la morera, recesión demográfica provocada por el hundimiento del sistema socioeconómico, etc… La huerta se salvo de esta crisis por el interés que despertó el cultivo de agrios y el pimentón, que ocuparon el vació dejado por la morera.

Ya en el siglo XX se construyen seis embalses importantes (Alfonso XIII, Talave, Fuensanta, Cenajo, Camarillas, y Santomera) lo que supone una disminución del volumen de las oscilaciones estacionales de caudal, alejando el riesgo de inundaciones por parte del Segura y asegurando un aprovisionamiento regular de agua a los regadíos. Como consecuencia de ello surgen nuevos regadíos alrededor de los tradicionales, dedicados sobretodo a la producción de cítricos y frutales de hueso. Además adquieren gran importancia las industrias de conservas vegetales y las derivadas del pimentón y el esparto.



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